domingo, 4 de agosto de 2013

PASOS BAJO LA LLUVIA

PASOS BAJO LA LLUVIA

No me es ajena ésta noche de agosto.

Ni me es ajena su peregrina y helada circunstancia .

Nada me es ajeno, ni el apresurado paso
ni el agua hiriente que me empapa de insomnio.

Apresuro con mis labios su presencia
precipito sus gotas urgentes en mi lengua
mientras me recorre un escalofrío de incertidumbres,
de sospechas y de extrañas suspicacias.

La lluvia, puedes ser tú.

No tiene edad –la lluvia- ni rostro ni cuerpo delineado
tiene silencios, tiene ecos y trincheras sin costumbres,
puedes ser tú.

No tiene acuerdos, ni murallas, ni peldaños a contramano
tiene puentes, cometas y farolas de faldas sin misericordia,
la lluvia, puedes ser tú.

No tiene espantapájaros ni santuarios que rediman el pecado
tiene burdeles, historias de alcobas y oráculos prostituidos,
la lluvia, puedes ser tú.

No tiene sumisiones malvendidas ni miserables consecuencias
tiene demonios, distancias correspondientes y dioses de jaurías,
la lluvia, puedes ser tú.

No tiene crucifijos que avalen honores ni límites absurdos
tiene cumbres inhabitadas y volcanes de lunas a parir,
la lluvia, puedes ser tú.

No tiene ejercicios de idiomas vencidos ni respuestas para fugar
tiene vocación de impostergable y presidiaria fatalidad,
la lluvia, puedes ser tú.

Nada me es ajeno en esta noche de agosto,
porque todo, inclusive la lluvia

y el pubis en vía crucis de este poema, eres tú.





Pintura Antonio Correa

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