DIARIO
INCONCLUSO
Mi
diario tiene puertas sin puertas
y ventanas
infectadas de libertad,
tiene
túneles a cuentas gotas
y
puentes sobre ríos anónimos.
Mi
diario guarda las confesiones,
las de
ella, y las de aquellas otras,
pero
sobre todo, guarda las mías,
-porque
aquellas otras, suele perderlas-
Mi
diario es un transeúnte fiel al ocaso
se
descubre en todos los espejos,
los
tuyos, los de aquellos y los de todos,
y acaricia
el tiempo sin guarida
menospreciando
alguna guiñada
y vistiéndose
de sospecha, en calles corroídas.
Mi
diario guarda todas la dudas
y
alguna que otra triste alegría
guarda
los huéspedes de entonces
y las
buenas y sabias heridas
guarda
incluso, la arrogante usura
aquella
a contramano del olvido,
mi
diario, a veces se distrae
en el
despavorido arrullo de un nido.
Tiene
permisos concedidos
para
copular avenidas de diciembres
tiene
mi diario, vestigios de buenas noches
y
algún que otro registro visceral,
no
confunde pechos aislados
ni
latidos cromáticos de ocasión,
asegura
sí, la espiga cargada
del
trueno que aúlla en la sinrazón.
No
conserva su punto de llegada
y ni siquiera
su punto de partida
sacia
las esquinas del hambre
escribiendo
reductos de semillas
y deshabitando
cárceles de mala vida.
Mi
diario tiene rastros,
de
alientos en ausencia
tiene
la vigía del beso no dado
y el
menú de un libro cerrado.
Tiene
mi diario, inconcluso su final
y el
esperma vacío de orgasmos.
Mi
diario todavía tiene, la renta bien habida,
el
caudaloso instinto y el pulso esperanzado.
pintura Antonio Correa
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