CARTA
A LA CERTEZA
Por tener
tú, la cabeza llena de pájaros
y los
pies embarrados de vida,
por
haberte devorado sin perezas la luna
y traficar
inocencias sin pubertad,
por conceder
a la brevedad
el
privilegio de páginas vírgenes,
por
hacer de la incertidumbre
una
fuga a cualquier fábula
y
asaltar sin impermeable
el
aguacero de los poros libres ,
por
desabrigar los detalles de la metáfora
intimando
en la intemperie del descaro
y
despertar a cualquier precio
la
desnudez íntima de las vísceras,
por
entregarte de complicidad en la apetencia
y
maniatar el ángel a placer del pecado,
por
provocar sin cálculos los inventos
y
hacer de lo estéril una bestia indomable,
por
estremecer el aliento inexplicable
donde
el tiempo no descubre su verdad
y
ejecutar el asombro en el cristal de la carne,
por
cruzar el horizonte de lo iracundo
invadiendo
con gritos el silencio y la agonía
y por
ser el instrumento que acoge galaxias
en el
advenimiento de lo inflamable
certificando
de verosímil a este agosto
que
apresurado intenta ser primavera,
por
todo esto y por mucho más
pero
por sobre todo, por tener tú,
en
este perfecto roce del sueño equilibrista
la
cabeza llena de pájaros y los pies embarrados de vida,
a
veces, o mejor dicho, casi siempre amor mío,
alguien
descubre la poesía.
pintura Antonio Correa