lunes, 29 de abril de 2013

SE PUEDE AMAR


SE PUEDE AMAR

Se puede amar
en la sentencia que dicta
la ventana cuando exprime el aura,
o como un héroe arrodillado
a la cintura de la victoria
que cursa su desnudez imperfecta,
o en la agitación devota de la gloria
que induce a liberar la alquimia
en que sobreviene lo excéntrico.
Se puede amar
en la tentación de la ceremonia
y en la complacencia neurótica
del cuchicheo de la patria virginal,
o en la declaración del impulso
cuando se evade a la devoción
de lo poseído y de lo incógnito.
Más también se puede amar
improvisando la lucidez viajera
que oprime la garganta a término
en que canta un himno mítico,
o en lo insondable de la médula
en que los espectros se deslizan
dispersados en la manía de lo cierto.
Se puede amar
en la guarida paranoica de la fiesta
donde se enmudecen las apariencias
que se fascinan en lo sangriento del gozo,
o en la dimensión exagerada del griterío
donde se purifica la resistencia
y se sintetiza la batalla del desolvido.
Más estoy seguro que se puede amar
en la sencillez con que se beben las caricias
y en la precisión con que se funden los abrazos,
o en la obsesionada pronunciación
en que la certeza humeante de los sentidos
se funde de silencios y de alaridos.
Estoy seguro que es así, porque es allí
donde la simplicidad nos ama, amor mío.



pintura Antonio Correa


A CIENCIA CIERTA


A CIENCIA CIERTA

Se dice,
que la leyenda
de tu verdad,
se sintoniza entre
el centímetro del suspiro
y el exilio del disturbio,
y también,
cuando se callan los códigos
de la aventura escandalosa.

Y más acá todavía,
en la curvatura
de la casualidad
tan empecinada
en inducir al riesgo
en que se devoran
el origen y el reconocimiento.

Se dice además,
que tu verdad
extralimita la convicción 
de la virtud
y la exageración del arrabal
cuando bien gasta
lunas llenas
descubiertas
en el sudor del rocío.

Cuenta ese mito
que también tu verdad
se precipita en la voracidad
donde se descubren
el aguijón del olfato
y el lenguaje
de la saudade explícita,
y también,
en la intimidación irreverente
en que la droga
de la armonía
se relame
en el vientre del solfeo.

A ciencia cierta
ya no creo en leyendas.
Es que te amaneces con tu verdad
en el hombro de mis ojeras.




foto Martín Albiso

RESISTENCIA


RESISTENCIA

Un poema en sus manos
es todo lo que tiene.

Lo oprime en su vientre
como si fuera su única
posibilidad de supervivencia.

No desea ponerle alas
por miedo a que sea el final.

No desea prescindir del sueño
ni desea que sus versos se suiciden
en una confesión determinante.

El tiempo guardará el salvoconducto.

Su poema, su todo,
es su declaración de amor.





foto Antonio Correa

CON HAMBRE DE TI


CON HAMBRE DE TI

Que venga a mí el hambre
que venga arrancándome las entrañas
que venga provisto de letras
que venga provisto de hambre.

Es necesario que llegue ya
que sin él, es imposible volar,
que venga proveído de sueños
que venga proveído de afán.

Que venga entretejiendo
sedientas  palabras,
erigiendo metáforas al azar,
más, que venga sin medidas
que venga sin misericordia
pero que venga desnudo y sin atar.

Que venga súbdito de mis ansias
tan pueril como instantáneo
tan resistente como intuitivo
pero perforándome las tripas de deseo.

Que venga inflamado de vértigo
con la memoria del instinto
adiestrado para el festejo
y con la intimidad bajo el cielo.

Que venga a mí el hambre
parafraseando la certeza
sin que importe lo vulgar
ni la desmesura de lo urgente
que venga de cualquiera de las formas
aún en la rutina, aún en el pretexto
pero que venga urgido ya.

Que venga ya, que es necesario,
que venga, a extirpar de las entrañas
un exhalación de libertad,
que venga a desglosar
retazos del alma así sin más
que venga en simulacros de poesías
que venga a desnudar la inmortalidad.

Sólo quien ha padecido este hambre
sabe que desde ti la gloria puede alcanzar.





foto Martín Albiso

ELECCIÓN


ELECCIÓN



Entre la putas ya vencidas
y las orgías a todas horas
entre el cambalache de las cinco
y los trastornos fuera de órbitas
entre los demonios que se profesan 
y los vapores de las buenas noches
entre lo depravado del pecado
y las tumbas bien habidas,

prefiero mirarte a los ojos 
y socavarme en la alegría.

Entre la usura al desparpajo
y los alquileres de entrepiernas 
entre las escenas descorridas 
y las vigilias masturbadas
entre los anuncios prostituidos
y las entrañas sin clemencias
entre la frecuencia del ensayo
y lo evidente del espasmo,

prefiero perderme en tus labios
y devastarme en la utopía.



Autorretrato 

RESURGIR


RESURGIR

Desde la sombra imaginaria
calle más abajo del olvido
te vienes a atravesarme
con la voz de este día
oscuro y callado.

Quizás, quizás no sepas
que te espero sin esperar.

Yo, simplemente sé,
que soy pasajero al tiempo,
al tiempo que no asciende ni regresa
ese que se ha quedado allí
a la orilla de las huellas de tus labios,
ese tiempo inmóvil y despedazado
ese tiempo sediento y sin fracaso.

También sé, 
que mis puertas despuntadas
resguardan la virginidad
del intenso primer rayo
que cada mañana me despertó
en el filo de tu cuerpo.

Todo eso, todo eso  y algo más,
me condenan más allá
de la calle del olvido
al ombligo del desespero.

Pero es posible, que más acá
de la calle del olvido
conspiren la filosofía y las farolas
y se descamisen de voracidad.

Entonces,
entonces el tiempo reavivará
las cenizas de aquellas huellas
que orillaron mi sed de tu labios.

Y las puertas, aquellas,
que al resguardo virgen
se surgían en el filo
de los rayos de tu cuerpo
desflorecerán el ombligo
para desabrocharme
de la condena al desespero.

Y volverás a atravesarme
sin sombras imaginarias
con el puñal de un nuevo día
a gritos y tan clara nuevamente.




pintura Antonio Correa

ATAJO NECESARIO


ATAJO NECESARIO

Las palabras no surgidas
se hunden
en el vacío inapelable.
Desde tu cuerpo
nada se transforma,
ni siquiera
el deseo desgajado
en el desatino,
ni el trasiego
sospechado de inmortal
se vierte en la escritura
de tu piel,
nada tiene la altura
que deviene
en el vértigo
de solo morder
la excitación,
ni tan solo
esa lógica
que suele resucitar
en la mínima curiosidad.
Nada, ni siquiera
la nada y el todo
se transforman
desde tu cuerpo.
Es, que es necesario
rozar tu alma
para entender
lo perfecto del fuego
y para residir
en el arpegio humano.



Fotografía Federico Prado

sábado, 20 de abril de 2013

EL ESCRIBIDOR ANÓNIMO


EL ESCRIBIDOR ANÓNIMO

Viernes al final.

La noche cruje su emboscada.
Solo se salva el cuarto menguante.

Los espejos embellecen el ego de casi todos.
y las calles se entibian de luces vanas.

Los perros muerden el lado oscuro de los tachos.

Los solitarios se toman el tren inventado
e improvisan el camino con pasos descerebrados.

La indiferencia expele etiquetas en los desprotegidos
y el luto de los alcohólicos sonríe en el resguardo.

La droga, el sexo y la tristeza
juegan a las escondidas para ser descubiertos.

Los infieles  se lamen de vida a hurtadillas
y la insolencia se hace impostergable en lo inevitable.

Las palabras se mutan en orgías de besos.
La espera de los que esperan no tiene final
y  en algún que otro escondrijo
los amantes se amparan en lo salvaje .

Mientras,
todo sucede  allí afuera
en esa barra
de cualquier punto equidistante
él, se encuentra encerrado en si mismo
pariendo el vomito de su soledad
en la borra de un vaso viejo.

Ella, como siempre,
se hace vigía en la avenida
de sus letras heridas.




foto Antonio Correa

viernes, 19 de abril de 2013

TÚ, TIENES AL RESPUESTA


TÚ, TIENES LA RESPUESTA

La noche se pregunta si existo.
Cae sin ruidos a mi garganta.

Se atraviesan sus nubes por mis ojos
enhebrando dolores de ausencias.

No hay recuerdos en la antesala
del instante respirado.

El papel en blanco se desliza
tan irónicamente subordinado,
sabe que me está derrotando,
sabe que nada de allí podrá escupirse,
ni tan solo una carta de despedida.

Es por eso que la noche se pregunta.

La respuesta
está en la memoria de mis manos
y en el instinto sin cálculos.

Ah, y en que tú creas que existo.





foto Antonio Correa

PROCREACIÓN


PROCREACIÓN

Basta,
basta que se porfíen
en procrearse
la aurora y la brisa
para que nos reconozcamos
en cada esquina
de todos los comienzos.
Nada sabrá a simple,
se engendrarán
la pausa y la luz,
los matices decretarán
himnos de alientos a pincel,
se poblará el bastidor del cielo
con puñaladas de silbidos
desangrando la fusión
del otoño y la primavera.
El arrebato y el celo
se propagarán
sin pedirse permiso
y a cara descubierta
derramarán un soplo de claridad
en el contorno donde se mutan
la obsesión  con la alegría.
Basta,
basta que se porfíen
en procrearse
la aurora y la brisa,
simplemente eso basta
para que en el comienzo
encontremos el final.




pintura Antonio Correa