sábado, 29 de junio de 2013

CONJETURA DE LA EVIDENCIA


CONJETURA DE LA EVIDENCIA

El puntual instante
me restituye el aire necesario
y la inmediatez de las respuestas.

Las preguntas se agonizan de pasado
la incertidumbre queda descalza
ya puedo mirar con certezas
el horizonte del próximo paso,
me rescato desde ti,
tu mano, es un buen lugar
para volver a continuar.

Todos los amaneceres perdidos
se mojan de palabras en carcajadas
y se renuevan de rocíos a inventar.

Vivir el tiempo en la medida inconclusa
será la página a leer desde las pupilas
nada quedará al margen de la duda
cada movimiento tendrá la autonomía
del verso que sí, me importa y me revela.

El corazón no tendrá ni perezas ni fugas
abrazará lo inexplicable y lo viajero
los milagros serán desechos
solo valdrá la intensidad de lo prohibido
reconciliaré los segundos con las risas
la seducción con las caricias
las distancias con los abrazos
las renuncias con la exaltación 
lo convincente con los besos
y la palabra con lo mágico.

Tu mano, es un buen lugar
para volver a continuar.

Solo falta,
que tú,
existas. 



pintura Antonio Correa

ESTAMOS A TIEMPO

ESTAMOS A TIEMPO

Es imprescindible ser cómplice
de un corazón abierto al sol
de un estallido de viento en la boca
y ante todo conservar la libertad
en los gestos que nos sacuden.

Es indispensable caminar la huella
orillando el sembradío irreprochable
de muertos vivos que nos comandan
empuñando la lucha desde la justicia
pariendo horizontes de igualdades.

Es necesario jamás dejar de beber
la sangre impregnada de existencia
subordinada de fe y de autonomía
atrincherada de patria sin fronteras
amurallada de humanidad compañera.

Todo seguirá naciendo en cada despertar
está allí nuestra verdad,

está allí nuestra independencia.




pintura Antonio Correa

sábado, 8 de junio de 2013

LOS INMORTALES

LOS INMORTALES

Escriben panfletos de equilibrada inocencia
hasta rasguñar la coincidencia de los roces.

Despiertan existencias de sagradas cercanías
hasta responder a la tempestad del movimiento.

Encuentran alucinaciones en sobrevuelos de alegría
hasta extenuar el concepto del verbo.

Despliegan autonomías de hechizos sólidos
hasta complacer la bienvenida de la poesía.

Subrayan el nosotros con la complejidad del verso
hasta desgarrarse de vida en la cárcel de la existencia


y más allá también y más allá también.



pintura Antonio Correa

viernes, 7 de junio de 2013

NADA QUE OBJETAR

NADA QUE OBJETAR

Se intentan en el acierto
y cuando el cielo se rompe.

Se apetecen en cada estación
y en el plenilunio de la ocasión.

Más, sin apariencias de vientos
se acarician en do re mi fa sol la si
y se mudan en hojas de poemas
sin evitar el tiempo que los dispone,
y nada callan desde el suceso
no hay preguntas ni indagatorias
ni circunstancias que los prohíban.

Se intentan sin distancias de paso
y cuando el muro se cae.

Y más acá, donde se derrochan
los sentidos sin biblias que rezar.

Se ahorcan de pliegues de años
y en el consenso de la prédica,
descerrajándose de cruzadas
y de sometimientos plenos.

Cruzan la vanidad de la agitación
para morder sin esterilidad el deseo
hasta rendirse en la prisión invisible
donde se ajustan la utopía y el horizonte.

El testimonio ejerce una insubordinada revolución.



foto Federico Prado

JUNIO Y EL FUEGO

JUNIO Y EL FUEGO

Todo roza está noche de leña seca
el fuego se hace intenso y sin palabras.

El silencio de las entrañas
hace saber que la soledad provoca.

El alcohol moja el adulterio de los labios
se contienen la rabia y la esperanza
la máquina consume el pensamiento
y la espera se reconcilia con el sueño.

Se mueve la penumbra en la sombra
se rascan las pulgas desafiando la calma
el segundero se sonríe a la deriva
y no hay ventanas tras el fuego.

Bien se sabe que los milagros no vienen
los pies descalzos se lamen de deseos
se barajan la resistencia y el albedrío
y el síndrome de la paranoia golpea.

El sexo se cela en la huella de unos versos
el tejado impide el trueno de las estrellas
la descarnada y tenue luna de junio invita
y la apetencia moja la lengua del siempre.

Un trago más, varios acordes de guitarra.
Se desatan las puertas y la rebeldía.
La cumbre desafía. Es necesario comenzar el vuelo.
En el corazón el sueño, en los pasos la vida.


foto Antonio Correa

SALVAGUARDAR LA CERTEZA

SALVAGUARDAR LA CERTEZA

En cuánto y pronto regreso
a la terraza de mis delirios,
una multitud de metáforas
me abrevia a las puertas
de lo inexorable de tus brazos.

Se trepan el hambre y la sed
a la cornisa de tus entre luces,
cambian sombras por versos
y sílabas por lunas crecientes.

Acuden la ilusión y el riesgo
a las sinagogas de tus placeres,
lían oraciones a favor del pecado
y se envician de hábitos a desenfreno.

Se arrasan lo cóncavo y lo convexo
en el juicio agrietado de las prudencias,
se guardan las formas de las furias
y se acogen de clemencias sin voces.

Ya nada podrá detener el intento
de asesinarnos de un salto al abismo
a las puertas ciertas donde tú y yo
nos derrochemos de metáforas

para salvaguardar la evidencia de la poesía.





pintura Antonio Correa

EL MOMENTO

EL MOMENTO

Las manos se involucran
en tu junio recién nacido.

El río árido de un tiempo frío
se bebe su fin.

Todo concurre a un final
mientras se simulacran
acuerdos en desacuerdos.

Las voces del silencio
extraen caricias
desde las miradas.

Sin tal veces ni quizaces
se confunden la noche
con la madrugada
en los claroscuros sonámbulos
de las bocas que sugieren.

Ha de florecer sin previo aviso
la primavera de este invierno
en las grietas afiladas
de las carnes amanecidas
de versos a confirmar.

Es tan solo un instante de alientos
los poros se mojan de contrastes
los nervios eyaculan sus impulsos
la simbiosis oscila de destellos
el arrebato hace todo lo demás.

Todo tiene un final y un principio.

Este es el momento.





pintura Antonio Correa

TU MIRADA, EL TODO

TU MIRADA, EL TODO

Puede que tu desnudez
me pueble de mundos,
de miedos a perderse
de agonías instantáneas
de raíces imantadas
de brújulas sin paradero
de sentencias sin aliento
de ataderos perdurables
de laberintos inconclusos
de cicatrices sin ausencias
y de gotas de alucinaciones.   

Puede que tu desnudez
me pueble de mundos,
de siempres sin pausas
de desafíos de lunas
de adioses sin despedidas
de desgarros cómplices
de imágenes sin omisiones
de escapes a la certeza
de telarañas de tactos
de excesos sin esquivar
y de ruegos insalvables.

Puede que tu desnudez
me pueble de mundos,
de calles mojadas
de ráfagas sin ceder
de escondrijos a salvar
de insomnios a despeinar
de cárceles invisibles
de jardines pervertidos
de Evas en libertad 
de ecos a resucitar
y de gargantas de tormentas.

Puede que tu desnudez
me pueble de mundos,
de acantilados en orquesta
de pianos de pájaros
de manzanas a desvirgar
de arcillas a ondular
de abejas implacables
de abismos a abatir
de ventanas en par en par
de ríos en nacimientos
y de condenas orgásmicas.

Puede que tu desnudez
me pueble de mundos,
pero tu mirada, sé,
que me harta de poemas a escribir.


Y eso es lo mayúsculo que me puede sobrevenir. 





pintura Antonio Correa

LAS LOCURAS SON MÍAS

LAS LOCURAS SON MÍAS

En esos tiempos a destiempo
cuando se arremeten las letras
y se atacan y se lían de palabras,
el pulso sin razón todo se suda
el pulso se consume en sustancia
la inconsistencia se vuelve lienzo
y la autonomía oscura inventa.

Nada se salva ni siquiera la cordura
los mundos se vuelven submundos
la interrogante en adicción bendita
las nubes en locomoción infinita
y la sed en el tacto del reflejo.

Todo de pronto se abisma
en la alegría desencajada de versos
en la consumación de puertas abiertas
hacia la tortura fumada del infierno
hacia la insolencia de la desmemoria.

Incluso la arritmia se desencaja de vida
tan perseguida y sin rendirse al desencanto
tan intensa y sumergida al instinto
tan solitaria como saturada de muchedumbre.

En esos tiempos a destiempo
donde todo de pronto se abisma
donde nada se salva
ni siquiera la cordura.

En esos tiempos de soberanía
cuando se follan
el vino y la poesía
y se entrelazan de palabras
en la arremetida de sus letras
en esos tiempos,

las locuras son mías.




pintura Antonio Correa

URGENCIA DE TI

URGENCIA DE TI

Tengo urgencias a descifrar.

Tengo urgencias allí,
allí donde se publican los lamidos
de las brisas al desertar.

La noche eyacula secretos
mientras se especulan
las reglas de la equivalencia.

El sonido se confunde
a la orilla de la serpiente
con el párrafo veloz de la luz,
y las urgencias,
se aproximan a la verdad.

Se destraban las puertas de lo cierto
nada es ausente, nada es duda
el milagro se desnuda de afán
las restas se comen de sumas
y la arcilla se aparea de piel.
Es tan armoniosa y tan sugerente
la sintaxis de la carne de tus labios
que las urgencias se bautizan
en la llovizna celebrada de tu lengua.


Las urgencias se pueblan de presencias.




pintura Antonio Correa