PARICIÓN DE LA LUZ DE TODOS LOS GOZOS
Hacia la inquisitoria apacible de nuestros suburbios
mártires se fraguan nuestros labios
migratorios
excomulgando el eco de todos los textos de
nuestra piel
de la rutina inconmovible y ávida de
euforias,
confidentes de silencios y estruendos
nuestras lenguas
despedazan los andenes inventando avalanchas,
la adrenalina esclava, criminal y oprimida
del deseo
se condena a muerte y esperanza y se
celebra al encuentro,
y desde la paleta diabólica de geometrías
incoherentes
las celosías de nuestros pérfidos mundos
subconscientes
se desorbitan y se sincronizan en el
réquiem de una parábola.
Y allí, en la inquisitoria apacible de
nuestros suburbios
se ha parido el conjuro demencial,
alucinante y excelso
donde los ángeles sueñan transgredirse
desde el placer
en el pecado inquebrantable de luz de todos
los gozos.
pintura Antonio Correa
No hay comentarios:
Publicar un comentario