DIÁLOGO
COTIDIANO
Espejo o
espejismo…
¿Que me
devuelves?
¿Lo que veo,
lo que creo,
o lo que
siento?
¿Te invento o
me inventas?
¿Por qué, tu
izquierda
es mi derecha,
y viceversa?
¿Te mufas de
mi o yo de ti?
¿Te crees yo, y yo tú?
¿A que jugamos?
¿A
descubrirnos?
¿A lastimarnos?
¿A
complacernos?
Espejo o
espejismo…
Ninguno de los
dos lo sabemos.
A veces, inclusive al no mirarnos
nos ignoramos
en el intento de fuga,
a veces te hablo y tú,
te me insinúas
desde tu mudez,
si me sonrío
te brillas de mi,
si me lloro te
sugieres igual,
¿pero qué
sabes tú, que yo no sé?
Tú no vibras,
no asientes, no maldices,
no registras,
no tiemblas, no sientes,
no palpitas,
no exploras, no reconoces,
frío,
despechado, ingenuo te vives,
aunque a veces
me atormentas
o a veces me
colmas en un casi,
yo, totalmente
opuesto en un todo,
no obstante siempre
en algún punto
somos
huérfanos de nosotros mismos,
ni tú me
tienes, y ni yo, a ti.
Espejo o
espejismo…
en el camino
frecuente y cotidiano,
en las horas y
en las deshoras
en que nos
interrogamos sin cortesías
en algo podremos
coincidir por siempre
en que tú,
nunca sabrás quién soy yo,
y yo, también nunca
sabré, quién soy .
Foto Antonio Correa
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