TRANSMUTACIÓN

TRANSMUTACIÓN

Déjame jugar al azar

donde conviven las palabras,

allí, entre lo imprescindible

y la intención,

mientras tanto tú

desalinéate el pelo,

que los demonios  bajen desde él

que se precipiten sin censuras

y que se descabellen en la sin razón,

y más allá también

desordénate de tus riberas,

que las mareas te desborden,

que te estallen  las esclusas del deseo

y que se convoque la espuma de tus olas

en las manos mías que subrayan tu nombre

Déjame jugar al azar

desde la indispensable palabra,

esa, que te advierte de estremecimientos

y de afirmaciones de existencia,

y mientras puedas tú

despuéblate de tu naturaleza,

que tus otoños sean primaveras,

que tus pétalos, te sobrevuelen y planeen

en el despeñadero de tus seducciones,

que tus escalofríos se hagan verano

para aproximarte en lluvia caliente

y que la sangre insubordinada,

desobediente y sin cautiverio

explore en tus cercanías íntimas

el parpadeo incandescente

de tu tierra de hembra fértil.

Por eso, déjame jugar al azar

bajo el imperio de la palabra,

esa palabra que se estremece

en la confluencia con tu énfasis,

y en el juego mutuo éste del azar

regocijémonos alternativamente

allí, donde tú, te vuelves palabra

y yo, me transmuto

en el alumbramiento de tu génesis .

pintura Antonio Correa