lunes, 29 de abril de 2013

RESURGIR


RESURGIR

Desde la sombra imaginaria
calle más abajo del olvido
te vienes a atravesarme
con la voz de este día
oscuro y callado.

Quizás, quizás no sepas
que te espero sin esperar.

Yo, simplemente sé,
que soy pasajero al tiempo,
al tiempo que no asciende ni regresa
ese que se ha quedado allí
a la orilla de las huellas de tus labios,
ese tiempo inmóvil y despedazado
ese tiempo sediento y sin fracaso.

También sé, 
que mis puertas despuntadas
resguardan la virginidad
del intenso primer rayo
que cada mañana me despertó
en el filo de tu cuerpo.

Todo eso, todo eso  y algo más,
me condenan más allá
de la calle del olvido
al ombligo del desespero.

Pero es posible, que más acá
de la calle del olvido
conspiren la filosofía y las farolas
y se descamisen de voracidad.

Entonces,
entonces el tiempo reavivará
las cenizas de aquellas huellas
que orillaron mi sed de tu labios.

Y las puertas, aquellas,
que al resguardo virgen
se surgían en el filo
de los rayos de tu cuerpo
desflorecerán el ombligo
para desabrocharme
de la condena al desespero.

Y volverás a atravesarme
sin sombras imaginarias
con el puñal de un nuevo día
a gritos y tan clara nuevamente.




pintura Antonio Correa

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