AMALGAMA
Ella,
se
emigró hacia las puertas desesperadas
de
un abrazo, ese que le era tan esquivo.
Él,
le
confió sus orígenes de par en par.
Le
absolvió su devastada mirada,
tan
sin llaves, tan trivial de musicalidad
condonándola
con un ramillete de soles.
Desde
los acordes implacables de sus pies
él,
le vistió el camino para la ocasión,
abrió
su paraguas con la cadencia del albergue,
le
ofreció sin cálculos el tiempo de las nubes
y
desmontó los postigos de todos los eclipses
para
despilfarrar, sin a veces y sin pausas el azar.
Ella,
supo entreabrir una pestaña en sus labios
para
escribir desde la sequía de su lluvia
augurios
de melodías en un cielo abierto,
y
recogió del mar desangrado, esos escándalos
que
le arrimaban a sus piedras lanzadas
la
alegría de sentir mojados sus encantos.
Más,
a partir de todos esos entonces
nunca
ni jamás supieron quién se emigró,
quién
se confió de par en par
quién
tenía las llaves o la musicalidad
quién
un ramillete de soles,
de
quién eran los pies implacables
de
quién el camino vestido,
quién
fue paraguas y quién albergue,
de
quién el tiempo de las nubes
de
quién los eclipses y el azar
de
quién los labios de lluvia
de
quién los augurios de cielo
de
quién el mar y los escándalos
de
quién la alegría y el encanto.
Simplemente
saben, que se existen.
pintura Antonio Correa
..Simplemente saben, que se existen... se necesita algo mas? Ya esta, es todo!! Excelente poema!!!
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