A TIEMPO
Sobre los adoquines del silencio
merodean sonámbulos,
desprovistos, desarmados,
víctimas de la adversidad
y con aliento a vacío
los pasos negados de la Luna.
Mientras tú, escondes
el velo de tus labios
para que sea imposible descifrar
la tentación en que se esconde
la poética de tus besos a nacer.
Solo cabe el momento y la sintaxis
que se despelleja del misterio
en que se beben la guerra y el lodo
detrás de las calles de tus párpados.
Y en el repaso ileso de tus paréntesis
he visto sin ver, todos los suicidios
que se ahorcaron de amor
en el espejo sin obedecer
del cielo negro de tu pelo,
allí, quizás o sin quizás
se degustaron alguna vez
la nebulosa y la desbrújula
de los nortes que jamás
se merodearon a sentencia.
Pero recojo un pequeño acertijo
en la ribera de una lágrima tuya
para surcarme en el ahogo
de un meñique de esperanza.
Me bebo de él, y
sé y siento
que también yo, es posible
que me suicide en cualquier
punto y coma de tus orígenes
porque allí, está la clave
del por qué de tu tristeza.
Presagio excarcelarte en la alegría.
pintura Antonio Correa
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