domingo, 17 de febrero de 2013

LA MAQUINA


LA MÁQUINA

Tiembla implacable
insensible y de vanidad
casi en silencio
desierto de obsesiones
y huérfano de sincronías
afinadamente imperfecto
patrón macabro del tiempo
anárquico soberbio de si mismo,
él,  testigo inhumano y frígido,
anuncio de mi llegada aquel día,
me mira sin inmutarse
sin siquiera importarle me desafía,
es que sabe o se cree
que más tarde o más temprano
me bajará la guillotina,
pero estoy decidido
él no marcará la despedida,
cuando el penúltimo sorbo
de este cabernet sauvignon
imprima su huida en mis venas,
sus vísceras marcarán la pared,
destrozaré su humanidad fría
reventándolo y extirpándole
su creído privilegio.
Es que jamás él,  el reloj,
será dueño de mis tiempos.



Foto Antonio Correa

No hay comentarios:

Publicar un comentario