REALIDADES

REALIDADES

A esas miradas
que miran sin mirar
que vagan perdidas
en la profundidad
llevando en sus alforjas
los dolores y las miserias
de esta sociedad,
a esas miradas
que no ven más allá
de esas manos
que tratan de alcanzar
lo que algún piadoso
con algo de amor les da,
a esas miradas
de llantos congelados
de lágrimas atragantadas
que no encuentran el camino
que por derecho
la vida les tendría que dar,
a esas miradas
que nos muestran
las cicatrices que en sus almas
incrustadas de dolor están
que nos muestran que el sol
en sus corazones apagado está
que dicen que sus sueños
no van más allá
que el tiempo que dura
el instante de su fatigado respirar,
a esas miradas
abatidas por la soledad
abrazadas por el frío
de la gente y su iniquidad
que nos hablan al mirar
que hambrientas e insaciables
esperan alguna oportunidad
que lloran sin llorar
porque sus mundos
no van más allá
que lo que duran
los pasos de su transitar,
a esas miradas
de inocencias perdidas
de discriminaciones sufridas
que esperan sin esperar.
A esas miradas
cansadas sin luchar
porque ni siquiera les dan esa posibilidad
aunque la piel de sus vestiduras
por el sacrificio rasgadas están.
A esas miradas
que los gobernantes
que gobiernan este mundo tan desigual
que estos señores perversos
que pervierten tan bien el mal
que estos desquiciados personajes
de la lacra mundial
no ignoran y se mofan
y saben que en esta realidad
ellos son los dueños de la verdad
a esas miradas desoladas y sin esperanza
solo les queda esperar
que el silencio de la muerte
los recoja en cualquier lugar.
A esas miradas solo les queda esperar
por culpa de los malditos
que gobiernan sin piedad.

Antonio Correa

fotografía Antonio Correa