miércoles, 12 de septiembre de 2012

CRECI



CRECÍ

Crecí
sintiendo que en el aire había alguien
que derramaba su alma
por la América Latina y su cielo
y que el fuego de su vida sembraba valor y esperanza
en el americano y sus miedos.
Crecí
sintiendo que el viento
que cruzaba cordilleras montes y llanuras
que cruzaba ríos y arroyos
me hablaba de su hombría de su perfección humana
me hablaba de que en su corazón no existían utopías
que su lucha simplemente era la razón de sus sentimientos
sentimientos arraigados en su sangre
en su alma y en el dolor ajeno.
Crecí
sintiendo que su América temblaba
que su tierra palpitaba
cuando sus palabras fluían cargadas de patriotismo
de patriotismo sin fronteras ni geográficas
sin fronteras sentimentales ni ideológicas ni raciales.
Crecí
escuchando a los pájaros cantar canciones que hablaban
de su lucha contra los tiranos
que deshojaban intelectos que desecaban purezas
y encadenaban sueños.
Crecí
escuchando el eco de sus pasos de caminante sin treguas
por cada rincón de este suelo
y me imagino verlo blandiendo esa bandera igualitaria
esa bandera sin nombre sin raza sin dueño
esa bandera que hoy acompañamos
escupiendo nuestros idearios armados de nuestras actitudes
y exaltados nuestros pechos.
Crecí
sabiendo de maldades y pudriciones
que quisieron abortar sus sueños
mas ellos no saben ni supieron que al apagarse sus latidos
se multiplicaron por infinito sus sentimientos
porque su alma sembró flores en los corazones de aquellos
de aquellos desvalidos de aquellos descorazonados
de aquellos que hoy alimentaron lo nuestro
y todavía hoy sigo creciendo porque mi ser va sabiendo
que él nos acompaña como guía de nuestra esperanza
para que en esta América Latina de fronteras desoladas
marchitas y desangradas de llantos y desvelos
para que en esta América Latina
de manos vacías y corazones rotos
de miradas muertas de futuro incierto
para que en esta América Latina
reguemos de libertad y justicia su suelo
y todavía hoy sigo creciendo
ilusionado de ver a una América sin fronteras
con sus manos impregnadas de tierra fecunda
de corazones a pleno en lo digno de sus sentimientos
a una América sin cadenas que compriman el aire
de las libertades de su cielo
y por eso hoy sigo creciendo siguiendo los pasos
siguiendo los pasos de aquel libertador y sus sueños.

Antonio Correa

                                                 






pintura Antonio Correa

                                                               

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