TIEMPOS DE COINCIDENCIA
Se abre la noche
los tiempos se buscan
se miran, se observan
se desean, se esperan,
se despiertan, se irrumpen
se precipitan copiosos
de puertas y milagros,
sin inocencias ingenuas
con desprendido salvajismo,
esparciendo pétalos
de lunas paridas de luz,
se retroceden, se aciertan,
se huelen, se dicen,
se rocían, se vigilan,
se hacen día y se desbordan
de hambre y de raíces,
sin repertorios duraderos
con incesantes irracionalidades,
publicando caracteres
de comunidades vocalizadas.
Los tiempos se buscan
y cuando la noche se abre
se movilizan montados
y se recorren empinados,
se tumban, se principian,
se saben, se recubren,
se arrastran unificados
y se crecen en caudales,
se contienen, se hacen de edad,
se sujetan de festejos y se lían.
Los tiempos, los tuyos y los míos,
esos tiempos que nos pertenecen,
en el estreno de la noche virgen
se armonizan, se hartan de luz,
se coinciden y se gozan de
poesía.
pintura Antonio Correa
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