TIEMPO SEMPITERNO
Mientras se cruzan nuestras siluetas
desde el guiño que rezan los ojos
dentro de toda perfecta comunión
y en las adyacencias temblorosas,
las tuyas, las mías y sus secretos,
traigo esas, mis certezas,
para robarte desde tus dudas
la constelación sumergida
de esos labios que exclaman
la libertad sin orillar fronteras.
Habrá de estallar el milagro
buscando encontrar la verdad.
El impacto de los cuerpos
sabrá a encendidas victorias,
la noche nos hará de luz
la luz nos untará de fuego
el fuego nos convertirá en lluvia
la lluvia nos sabrá a mares de sal
la sal nos enloquecerá de sed
la sed nos enjuiciará de hambre
y el hambre nos comerá juntos
y desde los dientes desesperados
el hambre nos morderá de alegrías
hasta concertarnos contiguos
tan concluyente y explosivamente
donde las complacencias y los suspiros
se sosiegan en el silencio,
en el silencio de lo épico y de lo eximio.
Pintura Antonio Correa
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