SI PUDIERA

SI PUDIERA

Si pudiera recorrer descalzo

este cielo de caminos

estrellados de fugacidades

y atraparme en sus lluvias

para tomar de ellas su luz

y acercarme a ti en silencio

y desde el descuido inocente

de tu ternura amurallada

hablarte al cuello con la voz

que la brisa desnuda su vida,

y dejar que partícula a partícula

las horas hablen desde la mudez

en que se dialogan los labios

y para entonces

nos comiéramos los puntos

esos que se acuerdan

en las hipotenusas de tus músculos

de los míos e inversamente,

y sin preguntas al deseo

llegar a la cúspide del vértigo

entre las oscuras luces

de las sombras que adivinan

nuestros ojos cerrados

mientras los dedos

se auguran de piel

y convocar al desvelo

mientras se llueven

todas las alegrías secuestradas

en la sinrazón del pensamiento

y homenajear los límites

que se dibujan desde tus curvas

tan vírgenes de expectativas

ensayando complicidades

para celebrarnos sin omitirnos.

Ah, si pudiera,

pero sucede que no lo consigo

no lo alcanzo, no lo conquisto,

porque no me mojo

de lluvias estrelladas,

ni nombro a las voces de la brisa

para desarropar tu escote,

ni podemos conjugarnos

en el lado opuesto al ángulo recto

donde se acuerda lo inverso,

ni el deseo tiene respuestas,

ni el desvelo llueve de alegría

y ni siquiera los límites

se complacen de complicidades,

es que tan desolado

y de golpe y porrazo

me he despertado de un sueño.

Maldito santiamén

maldito instante

déjame  volver al sueño

en aquel tiempo y espacio

y bautizarme en el escenario

donde se congregan

de fertilidad enamorada

tu alma y la mía.

Foto Antonio Correa