jueves, 6 de diciembre de 2012

AUSENCIA


AUSENCIA


La madrugada aúlla
y ladra su existencia,
más allá, el campanario
anuncia menos cuarto.
La luna delata su rugido
viviendo su guiño perpetuo.
Las paredes deletrean
tu olor en el olvido.
El silencio habla.
El reloj grita.
La cama se ensancha sin final.
Retumba sigilosamente
el deseo.
Es una continua verborragia
de soledad hiriente.
A estas horas,
duele,  todo duele
pero  lo que más duele
es ese,  tu cuerpo
que al alcance de un suspiro
se sitúa en otro continente.



fotografía Antonio Correa

No hay comentarios:

Publicar un comentario